lunes, 25 de julio de 2016

Ácaro

Ácaro procede del griego ἀκαρί, tal como aparece en la obra de Aristóteles. La RAE lo define como “Arácnido generalmente de menos de un milímetro de longitud, de respiración traqueal o cutánea, con cefalotórax tan íntimamente unido al abdomen que no se percibe separación entre ambos, y que suele ser parásito de otros animales o plantas”.

Aristóteles (s. IV a.C.) fue el primero en utilizar el término con el mismo significado que posee hoy día en su Historia Animalium, “ὃ δὴ δοκεῖ ἐλάχιστον εἶναι τῶν ζῴων πάντων καὶ καλεῖται ἀκαρί, λευκὸν καὶ μικρόν” (como parece, es el animal más pequeño que existe, blanco y minúsculo, y se llama ácaro) Arist. HA 557b 8. Posteriormente, a partir de 1611 se encuentra documentado en el latín científico.

Sin embargo, el arácnido no es el primer uso del término que se puede encontrar en griego, sino que tiene su origen en el adjetivo que los griegos utilizaban para designar algo tan corto que resulta indivisible. Con este sentido puede encontrarse en la obra de Aristófanes (s. V-IV a.C.), por ejemplo en Ar.Pl.244: “τύχω, πόρναισι καὶ κύβοισι παραβεβλημένος γυμνὸς θύραζ᾽ ἐξέπεσον ἐν ἀκαρεῖ χρόνου. Χρεμύλος μετρίου γὰρ ἀνδρὸς” (Si, al contrario, es la de un pródigo insensato, me entrega al punto a los juegos de azar y a las cortesanas, y en pocos momentos me veo en la puerta de la calle completamente desnudo). Como se puede observar, este es un ejemplo perfecto de como la lengua utiliza términos ya existentes para designar descubrimientos o inventos nuevos por un proceso metafórico, es decir, ya que el nuevo animal que se descubre es tan pequeño que parece no poderse separar en distintas partes, se designa con el adjetivo preexistente para definir su aspecto.

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