Está
relacionado con el griego ἀήρ y la definición proporcionada por la RAE tiene las
siguientes acepciones: “gas que constituye la atmósfera terrestre, formado
principalmente de oxígeno y nitrógeno, y con otros componentes como el dióxido
de carbono y el vapor de agua; atmósfera (‖ capa que rodea la Tierra); viento
(‖ corriente de aire); apariencia, aspecto o estilo de alguien o de algo. Me
impresionó su aire de tristeza; parecido, semejanza, especialmente de las
personas; aire de familia. Darle o darse alguien un aire a otro; vanidad o
engreimiento; ínfulas, pretensiones, alardes; frivolidad, futilidad o poca
importancia de algo; ser aire, o un poco de aire, algo; primor, gracia y brío
en el modo de hacer algo; cada una de las maneras de caminar los solípedos y
demás cuadrúpedos que suelen domarse para el transporte en general; canción (‖
música de una canción); coloquial. Ataque parcial y pasajero de parálisis u
otra afección que se manifiesta instantáneamente. Le dio un aire; Mil. Ejército del Aire. Se enroló en el Aire; Mús.
Grado de presteza o lentitud con que se ejecuta una obra musical; aquello que
viene de fuera alterando los usos establecidos e impulsando modas, corrientes o
tendencias nuevas; interjección. U. para incitar a una o varias personas a que
despejen el lugar donde están o a que se pongan a su tarea lo más pronto
posible. Como puede observarse, todas las acepciones están relacionadas de
forma metafórica, desde el significado original, relacionado con la atmósfera.
En
griego antiguo, la primera aparición conservada probablemente provenga de la
obra de Homero (s. VIII a. C.). Concretamente, en la Ilíada, el ἀήρ es la niebla o nube
producida por los dioses para proteger o confundir a alguien, como en Il.3.381 τὸν
δ᾽ ἐξήρπαξ᾽ Ἀφροδίτη ῥεῖα μάλ᾽ ὥς τε θεός, ἐκάλυψε δ᾽ ἄρ᾽ ἠέρι πολλῇ, κὰδ δ᾽ εἷσ᾽
ἐν θαλάμῳ εὐώδεϊ κηώεντι (Afrodita arrebató a su hijo con gran facilidad, por
ser diosa, y le llevó, envuelto en una densa niebla, al oloroso y perfumado
páramo).
En
un sentido más actual, es posible hallar en la obra de Jenófanes (s. VI a.C.)
la siguiente cita “γαίης μὲν τόδε πεῖρας ἄνω παρὰ ποσσὶν ὁρᾶται ἠέρι
προσπλάζον, τὸ κάτω δ' ἐς ἄπειρον ἱκνεῖται (esto
es el límite de la tierra que parece que linda con el aire, hasta lo ilimitado)
en Xenoph.B 28.2. Se trata de la
atmósfera, la capa gaseosa que cubre la tierra, algo a lo que todavía hoy
llamamos aire.
Otra
forma de entender el ἀήρ es la que se encuentra en la obra de Aristófanes (s.
V-IV a.C.), como personificación divina. De este modo, en Ar.Nu.264 se halla una invocación al aire como
divinidad, en una intervención de Sócrates: “εὐφημεῖν χρὴ τὸν πρεσβύτην καὶ τῆς
εὐχῆς ἐπακούειν. ὦ δέσποτ᾽ ἄναξ ἀμέτρητ᾽ Ἀήρ, ὃς ἔχεις τὴν γῆν μετέωρον,
λαμπρός τ᾽ Αἰθὴρ σεμναί τε θεαὶ Νεφέλαι βροντησικέραυνοι, ἄρθητε φάνητ᾽ ὦ
δέσποιναι τῷ φροντιστῇ μετέωροι” (es preciso que el anciano guarde un
silencio reverente y preste oídos a la plegaria. ¡Oh Rey soberano,
inconmensurable Aire, que sostienes la tierra en el espacio, y tú, Éter
brillante, y vosotras, Nubes, venerandas diosas del trueno y el rayo,
levantaos, oh señoras, apareceos en las alturas al hombre que cavila!).
Finalmente,
en el mundo griego también se entendía el ἀήρ como clima o tiempo climático, e
incluso como viento. Así se puede encontrar en “ἠέρος ἀκρισίῃσι” (por el tiempo
inestable) GDRK 60.2.22. Sin embargo, como se puede observar, el castellano
posee acepciones que no provienen del término griego, sino de la evolución
histórica de la propia lengua española, como la acepción sinónima de ínfulas o,
por supuesto, la militar relacionada con el cuerpo aéreo.
Llegados
a este punto, en una palabra como aire debemos tener en cuenta algunos de los
muchos compuestos que han sido acuñados con el cultismo aero-. Entre ellos se
encuentra “aerofagia”, un modo de alimentación (φάγομαι) por medio del aire
atmosférico. Se trata de un fenómeno de deglución consciente o inconsciente del
aire. A continuación se puede citar el “aeromorfismo”, que busca y descubre las
formas más familiares con el aire, o “aerodinámica”, que se encarga de la
posición y forma de los cuerpos para disminuir la resistencia del aire. Estos
dos compuestos son muy considerados en la industria de transportes como la
automovilística. También en medicina podemos encontrar vocablos como
“aerobacterias”, que son un género de bacterias que se hallan habitualmente en
suspensión en el aire. Más cerca de la biología podemos encontrar los
“aerobios”, que son aquellos seres orgánicos que necesitan aire (u oxígeno)
para vivir. La lista de estos compuestos es mayor, pero aquí cerraremos la
enumeración de ejemplos con la “aerología”, que resulta ser una ciencia que
estudia las características físicas, como la temperatura, la presión, la
humedad, etc. del aire y las capas atmosféricas.
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