martes, 30 de agosto de 2016

Rumbo

Resultado de imagen de rosa de los vientosLa palabra rumbo se halla definida en el diccionario de la Rae como “dirección considerada o trazada en el plano del horizonte, y principalmente cualquiera de las comprendidas en la rosa náutica; camino y senda que alguien se propone seguir en lo que intenta o procura; losange con un agujero redondo en el centro; agujero que se hace o se produce en el casco de la nave;pedazo de tabla que se echa en el costado o en la cubierta de la nave cuando se ve que aquella parte no es capaz de recibir estopa”.

El término se remonta al latín rhombus “rombo” que procede del griego ῥόμβος “círculo”. Tanto en griego como en latín primero designó a todo objeto redondo que gira, como una peonza. Después se aplicó a ciertas peonzas, ruedas y husos de bronce, que empleaban los magos para la adivinación (según la dirección que que señalasen al azar, tras ponerlos en movimiento). Posteriormente, filósofos y geómetras como Aristóteles y Euclides toman el vocablo para designar un paralelogramo oblicuo (rombo), de modo que terminó designando también al rodaballo (pez plano con forma de rombo). La acepción marinera de rumbo se asocia con los primitivos aparejos mágicos, que se vincularon a los quintantes y sextantes, y más tarde a las brújulas, que ayudaban a trazar la trayectoria a seguir. Vinculado también a las formas geométricas que unidas señalan la rosa de los vientos, que ayudaban a los marinos con las posibles direcciones, consideradas casi siempre en oblicuo respecto a la línea del horizonte. Asimismo conserva cierta relación con la idea de movimiento circular, pues las direcciones a seguir desde un punto se dan en 360º.

Esta palabra se encuentra utilizada en la Helena de Eurípides (s. V a.C.) como el movimiento circular del timbal. De modo que en el fragmento Eur. Hel. 1362 se puede observar: “μέγα τοι δύναται νεβρῶν; παμποίκιλοι στολίδες; κισσοῦ τε στεφθεῖσα χλόα; νάρθηκας εἰς ἱερούς; ῥόμβου θ᾽ εἱλισσομένα; κύκλιος ἔνοσις αἰθερία” (es, sin duda, grande el poder de las pieles bordadas de cervatillo, y el de la verde hiedra que corona las férulas sagradas, y el de la sacudida circular del timbal que da vueltas por el aire).


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