La RAE define este término como “cuerpo de infantería pesada, que formaba la
principal fuerza de los ejércitos griegos; nombre de algunas organizaciones o
partidos de la derecha política, tales como la Falange Española o la Falange
Libanesa maronita; conjunto numeroso de personas unidas en cierto orden y para
un mismo fin; cada uno de los huesos de los dedos, que se distinguen con los
adjetivos ordinales primera, segunda y tercera, comenzando a contar desde el
metacarpo o el metatarso; cada una de las partes articuladas de un dedo”.
La
palabra falange procede del griego φάλαγξ, y llega a la lengua castellana por
medio del latín. En su origen significaba rodillo o tronco de madera, que se
utilizaba para desplazar sobre el suelo grandes pesos, o para deslizar barcos
hasta el mar. Así se puede entender su uso en las Historias de Heródoto (s. V a.C.), en Hdt. 3.97.3: ) “οὗτοι
συναμφότεροι διὰ τρίτου ἔτεος ἀγίνεον, ἀγινέουσι δὲ καὶ τὸ μέχρι ἐμεῦ, δύο
χοίνικας ἀπύρου χρυσίου καὶ διηκοσίας φάλαγγας ἐβένου καὶ πέντε παῖδας Αἰθίοπας
καὶ ἐλέφαντος ὀδόντας μεγάλους εἴκοσι” (presentaban entonces cada tercer año y presentan
aun ahora sus donativos, reducidos a dos Chenices de oro no acrisolado, a 200
maderos de ébano, a cinco niños Etíopes, y a veinte grandes dientes de elefante).
En este caso no especifica para que se utilizan los troncos, pero se designan
como φάλαγγας igualmente.
Después
empezó a referirse a la línea o frente de batalla (que barre el campo como un
rodillo) o ejército organizado y en marcha. Los autores griegos se referían a cualquier
ejército que combate formando una única fila de combatientes muy próximos entre
sí, que se formaba así con una profundidad de entre 8 y 16 guerreros. Filipo II
de Macedonia cambió la estructura de la falange, agrupando a los hombres en
cuadros independientes de 16 hoplitas de frente por 16 de profundidad (256
hombres) denominados syntagmas y cada falange se dividía en dos alas de 32
syntagmas cada una, es decir, 16.384 hombres en total, bajo el mando de un
stratego. Esta división permitía mayor flexibilidad en combate y fue la que
posibilitó a su hijo Alejandro conquistar desde la península de Anatolia hasta
el norte de la India, cobrando muchísima importancia la caballería y la
infantería ligera en los movimientos envolventes, aunque la falange seguía
constituyendo el grueso del ejército. Este es el uso que aparece en la Anábasis de Jenofonte (s. V-IV a.C.), en
Xen. Anab. 1.2.17: “ἐπειδὴ δὲ πάντας παρήλασε, στήσας τὸ ἅρμα πρὸ τῆς φάλαγγος
μέσης, πέμψας Πίγρητα τὸν ἑρμηνέα παρὰ τοὺς στρατηγοὺς τῶν Ἑλλήνων ἐκέλευσε
προβαλέσθαι τὰ ὅπλα καὶ ἐπιχωρῆσαι ὅλην τὴν φάλαγγα” (después de recorrer toda
la línea, Ciro paró su carro ante la falange, y con Pigres, el intérprete,
ordenó a los generales griegos que mandasen avanzar las tropas con las armas en
posición de combate).
Por
último, la denominación de falanges como partes de los dedos se remonta a la
obra de Aristóteles (s. IV a.C.), concretamente a la Historia Animalium, en Arist. HA. 1.15.3: “χειρὸς δὲ θέναρ, δάκτυλοι πέντε· δακτύλου δὲ τὸ μὲν
καμπτικὸν κόνδυλος, τὸ δ´ ἄκαμπτον φάλαγξ. Δάκτυλος δ´ ὁ μὲν μέγας
μονοκόνδυλος, οἱ δ´ ἄλλοι δικόνδυλοι” (La mano está compuesta de la palma y de
cinco dedos. El dedo comprende una parte flexible, el nudillo, y una parte no
flexible, la falange).
No hay comentarios:
Publicar un comentario