La palabra fantasía aparece
definida en el diccionario de la RAE como “facultad que tiene el ánimo de
reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o lejanas, de representar
las ideales en forma sensible o de idealizar las reales; imagen formada por la
fantasía; fantasmagoría (‖ ilusión de los sentidos); grado superior de la
imaginación; la imaginación en cuanto inventa o produce; ficción, cuento,
novela o pensamiento elevado e ingenioso; composición instrumental de forma
libre o formada sobre motivos de una ópera; presunción, arrogancia o gravedad
afectada; cuentas de perlas que están pegadas unas con otras con algún género
de división por medio”.
El término
fantasía proviene del griego φαντασία, que está relacionado con la raíz del
verbo φαίνω (aparecer o mostrarse). Otra teoría sitúa la etimología de este
vocablo en Phantasos, hijo o servidor del Sueño y encargado de producir las
visiones en el sueño. De este modo, en la
Geografía de Estrabón (s. I a.C.-I d.C.), aparece como imaginaciones, en Strab.
2.5.1:”ὁ μὲν γὰρ πελαγίζων ἢ ὁδεύων διὰ χώρας πεδιάδος κοιναῖς τισι [p. 146]
φαντασίαις ἄγεται, καθ᾽ ἃς καὶ ὁ ἀπαίδευτος καὶ ὁ πολιτικὸς ἐνεργεῖ ταὐτά,
ἄπειρος ὢν τῶν οὐρανίων καὶ τὰς πρὸς ταῦτα ἀντεμφάσεις ἀγνοῶν” (pues el que
navega o camina por un país llano es conducido por una serie de imaginaciones
comunes, según las cuales tanto el inculto como el cultivado actúan de la misma
manera, con inexperiencia de las cosas celestes y desconociendo las
contradicciones que hay en ello).
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