jueves, 18 de agosto de 2016

Elefante

Resultado de imagen de elefante
Se trata de un animal que la RAE describe como “mamífero del orden de los proboscidios, el mayor de los animales terrestres, con cabeza y ojos pequeños, orejas grandes y colgantes, nariz y labio superior unidos y muy prolongados en forma de trompa prensil, y dos dientes incisivos, macizos y muy grandes, vulgarmente llamados colmillos, que vive en Asia y África”.

El término se remonta al griego antiguo, a ἐλέφας, -αντος, como se puede observar en la siguiente cita de Heródoto (s. V a.C.), en Hdt. 3.97.3: “οὗτοι συναμφότεροι διὰ τρίτου ἔτεος ἀγίνεον, ἀγινέουσι δὲ καὶ τὸ μέχρι ἐμεῦ, δύο χοίνικας ἀπύρου χρυσίου καὶ διηκοσίας φάλαγγας ἐβένου καὶ πέντε παῖδας Αἰθίοπας καὶ ἐλέφαντος ὀδόντας μεγάλους εἴκοσι” (presentaban entonces cada tercer año y presentan aun ahora sus donativos, reducidos a dos Chenices de oro no acrisolado, a 200 maderos de ébano, a cinco niños Etíopes, y a veinte grandes dientes de elefante).

Por extensión, también se le llamó ἐλέφας, -αντος al marfil que se halla en los colmillos de los elefantes. Este uso puede observarse en la Ilíada de Homero (s. VIII a.C), en Il.4.141:ὡς δ᾽ ὅτε τίς τ᾽ ἐλέφαντα γυνὴ φοίνικι μιήνῃ Μῃονὶς ἠὲ Κάειρα παρήϊον ἔμμεναι ἵππων” (como una mujer meonia o caria tiñe en púrpura el marfil que ha de adornar el freno de un caballo). El marfil destaca por ser una materia dura, compacta y blanca. Los griegos lo emplearon como adorno en la decoración de salas, muebles y templos. Por ejemplo, Fidias realizó en marfil aquellas partes del cuerpo que no cubrían los vestidos en las famosas estatuas gigantescas de Atenea en el Partenón y de Zeus, las cuales medían 12 y 19 metros de altura respectivamente.

El término se remonta al griego antiguo, a ἐλέφας, -αντος, como se puede observar en la siguiente cita de Heródoto, en Hdt. 3.97.3: “οὗτοι συναμφότεροι διὰ τρίτου ἔτεος ἀγίνεον, ἀγινέουσι δὲ καὶ τὸ μέχρι ἐμεῦ, δύο χοίνικας ἀπύρου χρυσίου καὶ διηκοσίας φάλαγγας ἐβένου καὶ πέντε παῖδας Αἰθίοπας καὶ ἐλέφαντος ὀδόντας μεγάλους εἴκοσι” (presentaban entonces cada tercer año y presentan aun ahora sus donativos, reducidos a dos Chenices de oro no acrisolado, a 200 maderos de ébano, a cinco niños Etíopes, y a veinte grandes dientes de elefante).



No hay comentarios:

Publicar un comentario