viernes, 26 de agosto de 2016

Narciso

Resultado de imagen de narciso plantaLa RAE define este término como “planta herbácea, anual, exótica, de la familia de las amarilidáceas, con hojas radicales largas, estrechas y puntiagudas; flores agrupadas en el extremo de un bohordo grueso de dos a tres centímetros de alto, blancas o amarillas, olorosas, con perigonio partido en seis lóbulos iguales y corona central acampanada, fruto capsular y raíz bulbosa. Se cultiva en los jardines por la belleza de sus flores; flor del narciso”.
El vocablo narciso proviene del griego νάρκισσος, que poseía el mismo significado que en la actualidad, con un origen mitológico. La leyenda cuenta que Narciso era un joven muy hermoso. Las doncellas se enamoraban de él, pero éste las rechazaba. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y ésta la había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera. Por tanto, era incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: «¡Ven!». Después de responder Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que sólo quedó su voz.
Para castigar a Narciso por su engreimiento, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.

El término aparece en varios autores griegos, como Sófocles (s. V a.C.). De modo que en la tragedia Edipo en Colono puede leerse el siguiente fragmento: “θάλλει δ᾽ οὐρανίας ὑπ᾽ ἄχνας; ὁ καλλίβοτρυς κατ᾽ ἦμαρ ἀεὶ; νάρκισσος, μεγάλαιν θεαῖν; ἀρχαῖον στεφάνωμ᾽, ὅ τε; χρυσαυγὴς κρόκος” (aquí, bajo el celeste rocío, florece un día tras otro el narciso de hermosos racimos, antigua corona de las dos grandes diosas y el azafrán de resplandores de oro) Soph. OC 683. Como se puede observar, la cita se refiere a la flor del narciso, tal como se utiliza actualmente.

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