Glúteos

Proviene del griego γλουτός, que significa nalga. De hecho, continúa poseyendo el mismo significado, de modo que la RAE lo define como “perteneciente o relativo a la nalga”.

En las Historias de Heródoto (s. V a.C.) puede hallarse un ejemplo de cómo se utilizaba este término. Así, en Hdt. 4.9.1 aparece “ἐνθαῦτα δὲ αὐτὸν εὑρεῖν ἐν ἄντρῳ μιξοπάρθενον τινά, ἔχιδναν διφυέα, τῆς τὰ μὲν ἄνω ἀπὸ τῶν γλουτῶν εἶναι γυναικός, τὰ δὲ ἔνερθε ὄφιος” (donde halló en una cueva a una doncella de dos naturalezas, semivíbora a un tiempo y semivirgen, mujer desde las nalgas arriba, y sierpe de las nalgas abajo). En este caso, los glúteos se utilizan para marcar una línea divisoria en el cuerpo, entre la parte mujer y la parte serpiente.

Por último, como puede observarse en la Ilíada de Homero (s. VIII a.C.), también se llamaba glúteos a la parte trasera de animales como el jabalí. Esto puede hallarse en Hom. Il. 8.340: “ὡς δ᾽ ὅτε τίς τε κύων συὸς ἀγρίου ἠὲ λέοντος; ἅπτηται κατόπισθε ποσὶν ταχέεσσι διώκων; ἰσχία τε γλουτούς τε” (como el perro que acosa con ágiles pies a un jabalí o a un león, lo muerde por detrás, ya los muslos, ya las nalgas).